Un parto con PBO
En muchas ocasiones el parto que soñamos, el parto que imaginamos a lo largo de todo nuestro proceso de embarazo, no llega a suceder e incluso parece estar muy lejos de parecerse. Esto es lo que viven las mamás de la Asociación Infantil Brazos de Trapo, cuyos hijos e hijas padecen Parálisis Branquial Obstétrica (PBO), las cuales el día que conocen a su bebé, al amor indiscutible de su vida, se ven obligadas también a enfrentarse a un diagnóstico médico y aun término nuevo que formará parte importante de su nueva maternidad: la palabra “discapacidad”. Por eso, trataremos en el post el apoyo psicológico para aceptar la PBO.
La culpabilidad por la PBO
En el nacimiento de un bebé intervienen distintas variables, muchas de las cuales se escapan de nuestra voluntad y nuestro control. Aun así, es muy frecuente que las mamás que dan a luz a un bebé con algún tipo de discapacidad se sientan culpables y responsables por lo sucedido, por algo que les excedió.
Los momentos de embarazo, parto y posparto suponen una vulnerabilidad máxima para la mujer a nivel psicológico y emocional. Cuando el parto no es el que se esperaba es normal sentir tristeza, dolor, decepción, enfado e incluso vivir una experiencia de trauma tras el nacimiento del bebé asociado al parto, porque muchas veces además se sufren experiencias muy duras como un trato violento o inadecuado, la gravedad en el estado de salud del bebé o una separación de la diada.
Terapias: Apoyo psicológico para aceptar la PBO
Desde la Salud Mental Perinatal se trabaja para que las madres, tal y como les pasa a las mamás de peques con PBO, puedan integrar la vivencia del parto y gestionar el impacto y el duelo por la discapacidad. La herida emocional sufrida puede tardar mucho en curarse, pero es muy importante dar a conocer que siempre se puede llegar a sanar; el daño emocional se puede reparar y se puede llegar a tener un buen y bonito vínculo con nuestro bebé.
Terapias psicológicas
Tanto la psicoterapia individual por parte de un profesional cualificado como los grupos de apoyo ofrecen las herramientas necesarias para que todas las mamás que lo necesiten se sientan escuchadas, acompañadas y sostenidas en un espacio libre de juicios en el dar validez a las emociones que se viven y poder llegar a gestionarlas e integrarlas de forma sana y adecuada.
Hoy quiero mandar un abrazo fuerte a todas las mamás de la asociación, invitándolas a cuidarse para poder cuidar, a darse permiso para sentir miedo, inseguridad, para estar tristes y llorar cuando sea necesario, pero también a disfrutar de su maternidad y de sus valientes pequeños.
Raquel Sánchez Sánchez, Psicóloga y mamá. @Mamakoalapsicologia