Carolina tiene PBO
Después de mucho tiempo, por fin, quise llegar al mundo… Una niña, Carolina, justo lo que mis
padres querían. Como mamá es diabética tipo I, tuvo que hacer muchos más sacrificios y llevar
más control durante todo el embarazo. En las muchas consultas del ginecólogo, a pesar de
darles algún que otro sustillo, todo parecía ir bien. Por eso, que el parto se complicara tanto
resultó todavía más duro.
En los últimos meses crecí más de la cuenta, así que los médicos decidieron adelantar mi
llegada al mundo en la semana 36. A finales de abril, justo después del cumple de mamá, mis
padres acudieron al hospital esperando que fuera el día más feliz de sus vidas. No fue así.
A raíz de una serie de procedimientos, maniobras y decisiones no acertadas por parte del
equipo médico, sufrí una distocia de hombros. Como consecuencia de ella y del método que
utilizaron para resolverla, nací con un Apgar bajísimo y con el brazo derecho paralizado (PBO
superior derecha), aunque mano y muñeca sí las movía. A los cinco minutos de haber nacido,
informaron a mi padre de lo que había ocurrido, que tuvo que darle la noticia a mamá. Un
diagnóstico “perfecto”.
PBO y otras cosillas
Durante los siguientes diecisiete días, permanecí ingresada en la Unidad de Neonatos, pues necesitaban hacerme diferentes pruebas y, además, no comía mucho. Os podéis imaginar lo difícil que es comer por sonda, con biberón y de teta… Y me dolía mucho la cabeza. Tampoco fueron los mejores días para mis padres: constantes viajes casa-hospital viendo a su hija allí, con tantos aparatos y cables, sin poder llevarme con ellos ni abrazarme con normalidad. Es más, a medida que pasaban los días, los especialistas me encontraban más cosillas, ¡hasta llegó un momento que la PBO era lo de menos!
¿Qué es una Parálisis braquial obstétrica?
Durante las primeras semanas, mis padres (sobre todo papá) buscaron información acerca de
la PBO, y se encontraron con las plataformas Adayo, @mihijotienePBO y Asociación Infantil
Brazos de Trapo. Recibieron una ayuda excepcional y que nunca olvidarán tanto de Elena
(@mihijotienePBO) como de Silvia (Asociación Infantil Brazos de Trapo). Gracias a ello, en
menos de un mes ya habíamos tenido una conversación con el Dr. Soldado, quien nos
confirmó afectación tanto de C5 como de C6. Más tarde, y como en nuestra comunidad no hay
expertos en plexo, nos derivaron al CSUR en Madrid con el Dr. Lovic. Estábamos en buenas
manos.
Con 40 días y habiendo iniciado ya la rehabilitación (Vojta+fisio hospital+Terapia Ocupacional),
mis padres observaron a través del vigilabebés cómo levantaba el brazo, una extensión de codo a favor de la gravedad justo al estirarme. Ese día sería el inicio de mi recuperación y de las buenas noticias. Continué yendo a rehabilitación de lunes a viernes, incluso a veces a dos sesiones diarias. Cada día parecía que levantaba el brazo con más regularidad, así que éramos bastante optimistas con la mejoría.
Tratamiento PBO
Durante este tiempo, el Dr. Soldado nos pidió ver vídeos en donde yo hacía ciertos movimientos. Así, cuando ya tenía dos meses, el propio Doctor nos confirmó que había recuperado la flexión de codo contra gravedad. Justo en el cumple de mi papá, ¡imaginaos qué regalazo! No obstante, todavía me quedaba por conseguir la rotación externa, como también nos aclaró el Dr. Lovic en su consulta.
Llegando a los seis meses, mis padres descubrieron que me encantaba jugar con el chupete dándole vueltas con la mano. Parecía que empezaba a conseguir supinación, y cuando se me caía a la altura de la oreja en la cuna, también intentaba cogerlo (¡rotación externa!).
Un buen pronóstico
Las impresiones de mis padres fueron confirmadas hace poco en la Clínica Solidaria del Dr. Soldado en Zaragoza. Hasta ahora, todo va estupendamente: no he necesitado cirugía, mi evolución está siendo muy buena y con ocho meses he empezado a gatear.
A pesar de los buenos resultados, seguimos con la misma rutina de rehabilitación, esperando que las secuelas sean mínimas. No podemos saber si la recuperación ha sido espontánea o fruto de tantísimo trabajo, pero seguro que parte de ella es gracias a todos los que me están acompañando en este camino, que no está siendo nada fácil. Gracias a todos ellos, estamos tocando las nubes.
TESTIMONIO DE CESÁREO PAPÁ DE CAROLINA