Hoy cuando iba en el coche, me ha llegado un mensaje de una gran amiga que me ha acompañado desde hace tiempo en el camino de la PBO. Era temprano, así que sabía quién era, porque no podía ser otra persona. Pero, no he mirado el teléfono hasta que he llegado al semáforo. Al mismo semáforo que todas las mañanas se pone rojo y en el que aprovecho a mirar de reojillo que ella me ha escrito o me ha enviado uno de sus audios eternos.
En la pantalla me saltaba la notificación del mensaje.
Feliz día PBO
Buenos días!! Feliz Día PBO. Me decía a las 7.26h de la mañana. A LAS 7.26 DE LA MAÑANA SEÑORES Y SEÑORAS ES CUANDO ME ESCRIBE ESTA SEÑORA LOCA TODAS LAS MAÑANAS, SÍ. Y normalmente es para reñirme, otro día les explico cómo la soporto.
Pero hoy era diferente, hoy me felicitaba el día de la PBO. Y en ese momento, todo ha ocurrido muy deprisa. Me ha salido una sonrisita tranquila y a los pocos segundos unas lágrimas han empezado a caer de manera totalmente incontrolable e involuntaria.
Un montón de pensamientos han venido a mi cabeza y he tenido que ordenarlos. A ver Silvi, céntrate; y cuando me disponía a ordenar me ha pitado el de detrás. Pero el de detrás, si pita, siempre es EL IMBECIL DE DETRÁS. Así no hay quien se organice. El semáforo estaba en verde. Como me dice @dr.Soldado DALE CANDELA! Así que he arrancado, he puesto música a tope y entonces sí, me he puesto a hacer el tetris mental.
La PBO en imágenes
Os cuento. Mi hijo nació el 5 de septiembre de 2018. Fue un parto largo. Larguísimo. Y también complicado. Pero en mi caso, no lo recuerdo como algo traumático, como muchas de vosotras. Aunque si recuerdo la violencia obstétrica que sufrí. Para mí fue mucho peor el después. Obviamente, el día PBO me trae estos recuerdos. Recuerdo el embarazo, los maravillosos días de ilusión que viví con mi familia, las larguísimas horas de espera durante el parto, los angustiosos primeros días post parto, y después…después todo son imágenes que pasan por mi mente como si fuesen hojas de un álbum fotográfico digital.
La camilla de rehabilitación, el sonajero de la fisio, las manos calentitas de Hugo haciendo los ejercicios pasivos mientras toma el pecho, la elevación que hace tirando de la espalda, los videos en el móvil para ver la evolución, el aparato de luz y vibración que te dan en hospital para avisarte de que la intervención ha terminado, la diminuta sala de espera donde te comunican cómo ha ido la cirugía, los ojitos inflamados de mi bebe recién salido de la operación, las lágrimas de mi madre al verlo, los agujeros de las camisetas de primark para sacar su manita escayolada, las chaquetas dos tallas más grandes, la retirada del vendaje, las cicatrices rosadas, el abrazo de Soldado en la primera revisión…
Y después de todo esto, comienza a calmarse todo; a organizarse la vida dentro del caos. Y encuentras normal lo que antes era anormal. Conviertes en rutinas las necesidades y te amoldas. Y te das cuenta que lo que antes era una tortura, ahora es juego, son risas, es el momento de diversión con tu bebe; que ya no es un bebe. Es un niño. Un jovencito maravilloso lleno de alegría. Y van desapareciendo los miedos.
Pero aparecen otros…BIENVENIDA A LA MATERNIDAD. Eso es la maternidad, miedos que debemos aprender a combatir, dándoles armas a nuestros peques para que puedan disfrutar al máximo de este mundo.
Pero bueno que me lio…CENTRATE!
El lado bueno de PBO
He dicho que me han caído lagrimillas, sí. Pero antes ha venido una sonrisa. Esa sonrisa era por todos esos niños con PBO a los que he conseguido ayudar de una manera u otra, a todas esas familias a las que he podido escuchar, cuando estaba muerta de sueño en la cama deseando dormir, o de bajón, recién parida con mi segundo bebe, en una reunión familiar, o de vacaciones en la playa. Mi sonrisa es por todas las personas maravillosas que se han puesto en mi camino, por los que se han convertido en amigos, por los que han dejado huella, por los que han pasado rápidamente para dejarme alguna enseñanza. Esa sonrisa es porque la PBO me ha enseñado a empatizar, a ayudar a los demás, a poner al frente las cosas importantes y hoy me siento orgullosa del camino recorrido.
Hoy soy mejor mamá, soy un poquito fisio, un poquito médico rehabilitadora, un poquito cirujana, soy un poquito psicóloga y amiga para mí misma y para quien me necesite.
Agradecimientos
Y dándole vueltas a todo esto, quiero agradeceros a TODOS vuestra ayuda, y os animo a que independientemente de lo que seáis (Asociación, grupo de Facebook, mamá, adolescente, persona con PBO, familiar con PBO, persona ajena, superheroe…) sigáis haciendo lo que podáis porque seguro que es valiosísimo. Y da igual cómo nos llamemos, lo importante es porqué luchamos y si todos aportamos un poquito, aunque sea a nuestra manera y aunque no siempre estemos todos de acuerdo, conseguiremos movilizar al mundo.
Feliz día PBO
TESTIMONIO DE SILVIA MAMA DE HUGO (presidenta de la Asociación Brazos de Trapo PBO)