Un parto complicado
Nunca me prepararon para un parto difícil… y lo fue; y nunca me prepararon para ser madre… y lo fui! Mi hijo tiene brazo de trapo.
Pero las dos cosas han dejado secuelas en mi vida. Aún estoy esperando el momento de preguntarme cómo ha ocurrido todo esto y cómo he llegado a esta situación… pero lo cierto es que no tengo tiempo. Es posible que aún ni siquiera haya tenido tiempo de asimilarlo. La PBO llegó a mi vida de manera inesperada como llega a todas las familias, sin avisar y sin que sepamos absolutamente nada de ella: la gran desconocida. Desconocida incluso en los hospitales donde damos a luz.
La Parálisis Braquial Obstétrica y el sentimiento de culpa
Salí del hospital pensando que Noah movería el brazo en unos días… y de repente me vi envuelta en un sin fin de consultas médicas, pruebas, recomendaciones, terapias, pautas… hasta que a los 2 meses llegó la cirugía, algo que tampoco cuestioné… reconozco que los primeros meses tras el parto el shock es tremendo, al final te vas dejando llevar y llevar… sin apenas tomar decisiones.
Noah tenía una lesión grave, que le dejaría secuelas para toda su vida; y yo no podía hacer nada para repararlo. Entonces empecé a preguntarme por qué, cómo había ocurrido esa injusticia…
Gracias a grandes personas que he ido conociendo estos meses, mamás que se han convertido en ocasiones en el mejor apoyo frente a la PBO, comprendí que no valía la pena martirizarse, ni buscar culpables; se trataba de conocer la lesión y aprender a vivir con ella; pero esto no se aprende de un día para otro. Hay momentos de bajón y de incertidumbre, incluso momentos en que consideras que la culpa es tuya y que podías haberlo evitado. Pero hay que seguir. Nuestros pequeños nos necesitan.
Tratamiento para PBO
Noah se operó con 2 meses recién cumplidos, una cirugía larga de la que a día de hoy aún tenemos dudas. Empezamos con terapias, rehabilitación y formación. La PBO ya era una más en nuestra pequeña familia. Pero yo me negaba a cogerla cariño.
Y en medio de una pandemia yo vivía mi propia guerra…
Han ido pasando los meses, hemos ido normalizando una situación que no es normal. Y estamos en el camino, de vez en cuando vemos pequeños atisbos de luz y de vez en cuando oscuridad pero supongo que la vida es eso; en todo este tiempo hemos aprendido tanto! Soy aprendiz de fisioterapeuta, osteópata, terapeuta ocupacional, mamá desastre, soy más humana, más generosa y más fuerte. Conocimos a los expertos en plexo braquial en el primer mes de la vida de Noah. Que haríamos sin ellos… conocimos un poco más adelante la existencia de una clínica solidaria de PBO y del DR. Soldado, la labor de un cirujano que dedica su vida y su tiempo libre a la PBO; que ofrece formación a familias y profesionales; que pasa consulta y opera gratuitamente a familias sin recursos. Un cirujano que ha unido a muchas familias que comparten experiencia y opinión: esta persona merece todo nuestro reconocimiento.
Ha pasado un año desde que la PBO llegó a mi vida, aun debo aprender mucho de ella. Y debo aprender a convivir con esta lesión sin que sea el motor de mis días, porque al final hay algo más importante que todo eso, algo por lo que verdaderamente luchar; SER FELICES. A por ello!
TESTIMONIO DE MARÍA