Niños con PBO
¿Qué esperar cuando diagnostican a mi niño con PBO? La respuesta merece ahondar en el tema. Un diagnóstico de parálisis braquial obstétrica en el recién nacido es una noticia desconcertante e impactante para los papás, que sin duda tendrán que cambiar su perspectiva y su visión de “tener un hijo”.
Lo que en un principio se presentaba como un buen embarazo y un parto sin complicaciones, se convierte en un bebe con discapacidad que trunca todos nuestros planes, nos descoloca y nos llena de incertidumbre.
Por lo general, los días de ingreso tras el parto se pasan rápidamente y casi sin poder asimilar la nueva situación y la lesión PBO del bebe. Entonces llegamos a casa y parece que las paredes se nos comen, especialmente si somos padres primerizos, ya que a la novedad de tener un bebe en casa, con todas las nuevas aventuras y complicaciones que esto conlleva, hay que añadir la lesión de la que probablemente, nunca antes habíamos oído hablar.
Ese momento en el que recién llegados a casa, nos sentamos cómodamente en el sofá con el bebé y nos damos cuenta que tenemos un montón de dudas y un dolor intenso en el pecho porque no sabemos qué más podemos hacer por él.
Durante los próximos días de adaptación, la mente va analizando poco a poco y empezando a asimilar la realidad de que nuestro hijo no mueve el brazo. Mi hijo tiene parálisis braquial obstétrica.
El futuro con PBO
Entonces comienzas a hacerte preguntas del tipo, ¿Podrá darme abrazos cuando sea mayor? ¿Podrá aplaudir como los demás niños? ¿Podrá montar en bici? ¿Sus amigos se reirán porque tiene PBO? ¿Podrá dedicarse a lo que quiera? ¿Conducirá?
La respuesta a todo esto que nos abruma es sencilla. Un niño con PBO es un niño normal que tendrá una vida plena y feliz. Es cierto, que el camino es difícil y complicado, que tiene muchas piedras y obstáculos que hay que ir sorteando, pero el trabajo duro y la constancia ayudan a conseguir las metas y las ilusiones de nuestros pequeños.
Por esto, debemos tratar la lesión con naturalidad. Nuestros pequeños asumen desde que nacen que tienen ciertas limitaciones y eso es lo que les permite ser felices. Muchas veces, somos los papás los que damos más importancia social a la lesión y por eso, pasamos malos ratos. Pero sin duda, repetimos un niño con PBO, será un niño FELIZ.
La PBO en el colegio
Como padres de niños con PBO, cuando llega la hora de llevar a nuestros hijos a la guardería y más tarde al colegio, nos surgen mil dudas, se adaptara, los profesores tendrán en cuenta sus dificultades, tendrán amigos… Todas estas dudas y otras muchas más se despejan cuando empiezan y te demuestran que son un niño más, que como todos los niños tienen sus necesidades, pero que como todos, somos únicos y especiales.
Ellos lo hacen todo más fácil, han nacido así y no se plantean como cualquier niño porque no soy de otra forma, buscan sus propios recursos para lograr hacer todo y nos dan una gran lección de humanidad y de adaptación.
Es labor de los papás aceptar la situación de la lesión y tomarla con naturalidad para normalizar el contexto de la PBO, ya que si nosotros lo vemos así, ellos también lo harán. Cualquier actividad que les enseñe a aceptar la PBO es de gran ayuda, especialmente conocer algún niño con la misma lesión para quedar y que comprendan que hay otras personas como ellos, que los entienden y que luchan día a día por dar lo mejor de sí mismos.
TESTIMONIO DE UNA MAMÁ ANÓNIMA